viernes, 11 de febrero de 2011

¿Y entonces?

Ha saber: no es malo todo lo que nos han heredado los sistemas políticos modernos. Es bueno identificar todas esas cosas que han sabido explotar nuestra capacidad humana el máximo y a identificar también, más aún, conocer a fondo esos comportamientos que merman nuestra esencia y amenazan nuestra presencia en este mundo.

Tenemos, además, un pasado antropológico que avala el sentido común del hombre y el constante buscar de, más que la felicidad, la armonía y el bienestar. Un pasado que tiende mas olvidarse, ya nadie piensa en principios pues se piensa que hemos de haber sido mas desgraciados, pero la gracia no pasa por la destrucción ni por la opresión, ni por la competencia, el consumo o la opinión: pasa más por un bienestar general, por la presencia de individuos capaces y de constante pensar hacia adelante: una sociedad progresiva es aquella que no abandona sus cimientos, es la que se basa en su historia para poder seguir creciendo y además coopera con los vecinos. En su historia cultural y antropológica, de esas que cuentan los abuelos y los shamanes, de esas que se sienten, no en esas historias de libros y bibliotecas. Una sociedad, un pueblo, una tribu, una comunidad. Hay que empezar y evaluar desde todos los lugares. El cambio debe estar por empezar. Y si bien empieza de persona en persona, el cambio no puede ser individual: El cambio tiene que ser para todos, sin exclusión ni excepción.

Entonces, combinando lo que ya sabemos, con lo que hemos aprendido, con lo que queremos aprender y con lo que estamos dispuestos a hacer, han de fluir no solo ideas y opciones, si no también propuestas, acciones y convicciones.

He estado pensando...

sábado, 29 de enero de 2011

Problema

Desde que el ser humano es hombre uno de sus deseos más constantes es ejercer Poder sobre otros, de alguna manera: sea dicha política, económica, del terror, del amor, de la ignorancia y del oportunismo. Es fácil encontrar en la historia humana hombres dispuestos a todo por imponer sus ideales, otros tanto dispuestos a seguirle y otros más para oponersele. Y aunque si bien es la política lo que le permite a unos gobernar y a otros ser gobernados, es la ignorancia de esta última por parte de los gobernados lo que causa el abuso del poder o la falta absoluta de este. Un ser apolítico, lejos de lo que se cree, no ayuda al no molestar, más bien menoscaba el ejercicio de la política de su país pues esta renegando, aparte de un derecho, de una obligación. Es el pueblo el que debe pedir cuentas y al único que deben ser rendidas.

Es cada vez más difícil encontrarse en la calle a alguno de esos oradores griegos que con su dialéctica no solo educaban al pueblo, si no que generaban grandes debates que traían nuevas propuestas y nuevas criticas tanto de la Cosa Pública como de los más miscelaneos asuntos. Es más fácil encontrar en un hombre un deseo que un ideal. Y es precisamente esos deseos, fáciles de inducir pero algo más difíciles de concretar, los que hacen que tanto el alma y los ideales del Gobernante como de los gobernados se dobleguen al presenciar los gustos y disgustos del ejercicio del Poder.

Viviendo en un mundo multipolar, donde las organizaciones juegan un papel más que importante en el desarrollo de las naciones (que ademas condicionan algunos comportamientos-país) y donde los intereses del vecino son a veces mas preponderantes que los intereses del mismo pueblo gobernado, es inconcebible que las economías se dediquen exclusivamente a crecer, y devorar en el camino, y no a diversificarse y más bien ayudar en el recorrido. Es un mundo multipolar que desde finales de la Guerra Fría se maneja bajo el mismo Imperialismo de siempre, disfrazado sutilmente de Capitalismo y del "bello" concepto de la libre competencia: El Imperialismo Occidental lleva por nombre Capitalismo Liberal. Y si bien ahora no es tanto la hegemonía de guerra de la potencia lo que la etiqueta, más bien el control que se pueda llegar a tener de las divisas y el mercado; bajo este concepto podemos entonces afirmar: El que controla la mayor cantidad de divisas y de mercados, será fácilmente el Imperio Hegemónico del momento. Y siendo la economía, a diferencia de las armas, un camino que todos los países con libertad de determinación deben transitar para poder ser considerados tan siquiera países, es obvio entonces que el mundo se ha manejado siempre a conveniencia de los que están arriba, de esos con mas capitales y más mercado: Un País pequeño ha de condicionar, por ejemplo, la producción de alguno de sus recursos para satisfacer la demanda de esos grandes Países-Consumidores: si el grande quiere, hay que darle. Un ejemplo conciso: La condena de los Países Centroamericanos a ser "Repúblicas Bananeras" como si no pudieran o supieran producir otra cosa y/o de algunos países Sud-Asiáticos de tener en su territorio empresas extranjeras por tercerización de trabajo por bajo costos de manutención.

Siendo un poco más profundos y regionalistas: Desde la Independencia de los pueblos latinoamericanos con respecto a España y demás Europeos, la lucha que se ha venido gestando es la de descolonizarse de ese Imperialismo transeúnte que siempre ha caminado por el norte, un imperialismo que a veces se ha manifestado a vox populi y q la mayor parte del tiempo pasa por debajo de la mesa. Una lucha clásica entre dos vertientes de pensamiento ya bastante tergiversadas y que desde el principio de la globalización no hacían más que hacer notar sus desviaciones: La democracia y toda su política de derecho a la libertad, y el socialismo y todos sus conceptos de igualdad.

Estados Unidos, bastión por excelencia de las libertades individuales y del libre mercado, de las ideas modernas acerca del Estado y el Pueblo y de las calles de dinero por donde corren las bolsas de esperanza y sueños de todos por un lado y la Unión Soviética, hogar de grandes filósofos sociales, tierra de igualdad de derechos y responsabilidades, tierra no social sino comunitaria donde el socialismo es el estandarte y la base de una sociedad de trabajo pero poco cultivada. A Esados Unidos se le hizo fácil desde un principio inmiscuirse en los asuntos de latinoamerica: grandes prestamos, ayuda en la defensa, pregonero de la democracia y de la fidelidad al Tio Sam para que todo salga muy bien. De esta manera, aunque parece inocente y sencilla, los gobiernos de Estados Unidos y sus Departamentos de Asuntos Extranjeros para América Latina han sabido hacer dictadores, han sabido asesinar y han sabido menoscabar el patrimonio económico y social de muchos, por no decir todos los países desde Mexico hasta la Argentina.

Rusia y Cuba, modelos pasado y presente respectivamente de la puesta en escena de socialismo marxista en donde ninguna pudo llegar a saber satisfacer las necesidades, tanto básicas como de deseo, de las poblaciones que sustentaban o sustentan. Encargados de mantener a sus habitantes en situación precaria, propagando el sentir de que el país estaba de por sí inmerso en una necesidad absoluta de mano de obra y trabajo sin llegar a ver progreso, esparciendo de manera directa e indirecta el miedo y la opresión al pensamiento diferente, creando entonces la idolatría de las masas a ese pequeño grupo que gobierna, a esa élite de personas que llevan las vidas, y en exceso, que todos deberían estar viviendo. Sistemas que terminan a la larga convirtiéndose en regímenes personalistas y convirtiendo al pueblo en un caldo de conformismo e ignorancia: de felicidad incompleta.

El problema es que hoy, y para el futuro, el socialismo marxista o socialdemócrata esta obsoleto y el capitalismo disfrazado de democracia occidental ya esta en declive. Y los ideales no aparecen, por que esos mismo sistemas se encargan de alfabetizar a la población, pero de hacer seres ignorantes. No se discuten ideales puros y nuevos procesos. Existe ahora la tendencia a repetir o a sacar una tajada en el intento. Eso sin mencionar los daños a terceros que hemos venido ocasionando en eso de la evolución cultural-cientifica egoista humana.

He ahí un gran y complejo problema.